"Mientras Barack Obama sigue ganando terreno en la pugna por conseguir la nominación presidencial por el partido demócrata estadounidense, los ciudadanos de esa nación, y más aun, los responsables de la manutención del statu quo gringoide que domina a esa nación, principalmente desde la muerte de Franklin Delano Roosvelt, escucharon con estupor cómo un senador, originalmente perteneciente al partido de Hillary y Obama, decidió lanzarse como independiente. Lo increíble no es el lanzamiento en sí mismo, sino los argumentos que este político estadounidense ofreció a la opinión pública y que resultó ser una bofetada para todos aquellos que ven en el sistema electoral norteamericano, verbigracia, nuestra bobalicona oposición, al nom plus ultra de los sistemas electorales mundiales.Pues definitivamente, y lo hemos escrito hasta el cansancio, eso no es así y pareciera que los únicos que lo sabían eran —otra vez— nuestra bobalicona oposición y los propios estadounidenses.
Ralph Nader, así se llama este senador de 74 años, a quien ya están descalificando como tocado de la cabeza o que fue el padre de la derrota de Al Gore, en el 2000, explicó en tremenda rueda de prensa que los principales partidos estadounidenses habían aniquilado el proceso democrático de la nación de Washington. Nader explicó además, que el sistema de marras impedía la participación de las mayorías y que, inflando los niveles de expectación ante las internas tanto de demócratas, como de republicanos, quieren ocultar una realidad incontrastable traducida en que en esas internas sólo participa el 10 por ciento del universo electoral de los Estados Unidos de Norteamérica. Nader informó, además, que el sistema electoral de su país, aniquilaba a los otros partidos en un acto tan brutal como los asesinatos políticos de las dictaduras latinoamericanas que tanto mantuvieron esos gobiernos tan democráticos y tan estadounidenses, que se quedaron con la impronta del mackartismo anticomunista, irracional e intolerantes. Igualitos que nuestra bobalicona oposición.Es decir que si hace 200 años, los Estados Unidos, dieron ejemplo a un mundo plagado de monarquías, con su intento de tener un sistema democrático representativo; somos nosotros quienes a partir de este momento, les estamos dictando las pautas democráticas bolivarianas y revolucionarias no sólo a nuestros hermanos latinoamericanos sino, más temprano que tarde a los hijos perdidos de Pericles que viven allá, en las orillas del Potomac."
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